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martes, 29 de noviembre de 2016

Presentación

NOOC: Visualiza Pensamientos e ideas


¿Cómo podemos expresar nuestros pensamientos e ideas de una forma simple y clara?
Para presentar el reto he creado dos infografías con la herramienta Canva,  nos permite, en su versión gratuita, realizar trabajos bastante aceptables, os dejo dos muestras de ello.

La primera 

Esta infografía se ha guardado previamente como un pdf.

 

 La segunda

Esta Infografía se ha guardado como imagen png.

#PensarVisual #presentación

Gracias y un saludo.

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.

viernes, 3 de junio de 2016

La responsabilidad de lo que se comparte en las redes sociales


RETO: COMUNICACIÓN DIGITAL

Tema. 
¿Somos conscientes del alcance de nuestras publicaciones? y ¿Qué consecuencias pueden acarrear nuestras acciones en las redes sociales?

La metodología.
Vamos a desarrollar una dinámica de grupo en la cual trabajaremos  la importancia que tiene controlar todo aquello  que se publica en cualquier red social y aprender a medir sus consecuencias.

El curso o el área a impartir podrá ser cualquiera de las etapas educativas, así mismo se podría incluir en un taller/escuela de padres, ya que cada vez el uso de los dispositivos móviles y el acceso a la RED se está incorporando a la vida cotidiana en edades cada vez más tempranas.

Objetivo: Reflexionar sobre la importancia de nuestra privacidad (identidad) haciendo un buen uso de las RRSS.

Sobre la idea: En las búsquedas que he realizado he encontrado un trabajo muy completo, para poner en práctica, de Antonio Omatos Soria y Victor Cuevas en: Identidad Digital y Redes Sociales con Menores.

Para completar una de las competencias que se solicitan, he realizado una presentación con la herramienta Genialy, sobre una de las dinámicas propuestas en el trabajo de OMATO y CUEVAS,  usando uno de sus modelos, entre las alternativas que se presentan en el trabajo sobre Identidad digital y Redes Sociales con Menores .

Os dejo con la presentación, gracias y un saludo.


jueves, 19 de mayo de 2016



Cuento reciclado: Presentación

(en construcción...)
Estamos realizando este  cuento digital interactivo y participativo.
 Puedes continuarlo o reciclarlo a tu gusto a través de posts, 
tuits y comentarios. 
Pero primero lo comienzo y luego te digo cómo lo puedes continuar.
 Como todo cuento, comienza por un...

Érase...


Érase una vez un pequeño cuento que siempre andaba muy triste porque los niños 
no le leían ya que siempre estaban jugando con extraños artefactos digitales.

El único que lo leía era un pequeño ratoncito.
Imagen Gif vía: Pinterest.
Hasta que un día pasó por una librería con un gran cartel que decía:
Librería de los cuentos reciclados
Y entró a ver de qué se trataba...

Continuará...

[Fragmento realizado por @ratónbloguero]



Capítulo 2. El libro entra en la librería de la anciana

  Cuando el cuento entró en la librería, todo le recordaba a un rincón ratuno de lectura.
reciclacuento– Qué bien se lo deben pasar aquí los ratones.
Y es que todo cuento que se precie tiene que tener al menos un ratón o una mención de ellos.
La librería estaba regentada por una simpática anciana que formaba parte del consejo de ancianas de la comarca.
– ¿Qué se te ofrece? -le preguntó la librera.
Y el cuentito le contó su triste historia de que los niños ya no le leían.
– Espera, deja que te lea un poco… Pero si eres un cuento precioso… No sé cómo los niños no te quieren leer.
Y el pequeño cuento le refirió los gustos digitales de los niños actuales.
– Eso se puede arreglar. Pasemos al salón cuántico.
Continuará...
[Fragmento realizado por @ratónbloguero]


Capítulo 3.El libro sigue el camino y encuentra un periódico

Inicio de este cuento viene de aquí El cuento continúa por aquí

...pasemos al salón cuántico. Elige el camino:

Start again
No gracias, seguiré mi camino
– Prefiero no entrar en el salón cuántico, no me gusta mucho la tecnología – le respondió el libro a la anciana.
Así, el libro siguió su camino. Siguió un rato caminando hasta que se encontró un periódico.
- Hola periódico - saludó el libro.
- Hola - le respondió el periódico.
- ¿Te puedo hacer una pregunta?- le dijo el libro al periódico.
- Claro, adelante – responde el periódico.
- ¿Tú cómo lo haces para que la gente siga comprando y leyendo todos los días tus noticias?
- No está siendo nada fácil sobrevivir en este mundo actual lleno de tecnología, hace un tiempo la gente empezó a comprar menos el periódico en papel y pensé que iba a desaparecer, pero llegó internet y entonces busqué la forma de adaptar mi contenido para poder ser leído en internet.
- Ya veo, hoy todo gira alrededor de internet, que fastidio para mí. Yo estoy en guerra con internet, está haciendo que todos los libros desaparezcamos.
- Te recomiendo que visites el colegio de la esquina, allí quizás encuentres niños y niñas que pueden leerte. También, puede haber más libros como tú, quizás podáis encontrar una solución al problema colaborando entre todos. Mucha suerte.
- Gracias, mucha suerte para ti también.
Se despidieron y cada uno siguió su camino.
Continuará...
[Fragmento realizado por: María José Ruiz Hidalgo]



El cuento se quedó muy pensativo, tras escuchar las palabras de la librera. Miraba toda aquella maquinaria y no podía creer que los niños prefirieran esas cajas metálicas, frías y sin alma, en lugar de su cuerpecito frágil, manejable, siempre dispuesto a abrirse y dejar ver sus tripas. ¡El olor del papel, el placer de pasar las hojas con los dedos! Él estaba lleno de historias, de aventuras, de amores, posibles e imposibles, de finales felices y de enseñanzas profundas. ¿Qué habría en esos artefactos que no tuviera él? Sentía muchísima curiosidad pero ni siquiera se atrevía a acercarse más. Entonces, como si le hubiera leído el pensamiento, apareció a su lado su mejor amigo ratón y, sin el menor miramiento, se acercó a uno de los aparatos y apretó un botón.
Algo extraño y maravilloso sucedió.
CONTINUARÁ… 
Fragmento realizado por: María Jesús Bermejo]

Capítulo 4El libro es guiado por la bibliotecaria para conocer distintos aparatos que conforman el salón cuántico.    Le llama  la atención un móvil destellante.

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Imagen de: @MartesdeCuento

Al entrar en el salón cuántico, el triste librito sintió un agradable escalofrío y todas sus hojas se movieron al unísono, ¡rrrrrrrrrrrrrr!, creando la ilusión óptica de que los dibujos que contenía estaban en movimiento. Un ratón, que en ese momento leía un gran volumen, levantó curioso sus ojitos y movió vertiginosamente sus bigotes, al ritmo de las hojas. Observó fascinado el cuento, se acercó a él y a gritos convocó al resto de ratones amigos, que se congregaron alrededor del cuentecito que, en aquel momento, se sintió el libro más importante de la Gran Biblioteca de Isla Imaginada.

La vieja librera, con una sonrisa en los labios, acarició su lomo y le susurró al oído: 
"Tú eres perfecto tal y como eres: de papel. No cambies nunca, siempre habrá alguien que sepa apreciar tu valor".


Continuará...
[Fragmento realizado por: @MartesdeCuento]


Todos los ratones llegaban al colegio cargados de aquellos ‘pesados libros’, con los cuales mantenían una relación amor/odio, que cambió, cuando conocieron la historia de: “La Gran Biblioteca” .

Esta historia trata de un cuento que se sentía triste, al parecer los niños y las niñas ya no lo leían, hasta que un pequeño ratón pasó por aquella “Librería de los Cuentos Reciclados” y entró.
Érase una vez un pequeño ratoncito al que le encantaba leer, su pasatiempo preferido era rebuscar aquellas historias en los libros ante los que se le pasaban las horas...

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Imagen Gif vía: Pinterest.


Lo que sí es cierto es que todo cambió el día que la “Gran Biblioteca”,  abrió sus puertas, ya que se podía  a través de aquella biblioteca visitar lugares nunca antes imaginados.


Sí, habéis oído bien, dentro de la biblioteca había multitud de salas; qué digo, ¡millones de salas!, lugares  como  aquel “ Salón Cuántico” (donde el ratoncito quedó tan  impresionado de la historia del “libro triste”), ¿un libro triste? sí, habéis oído bien ¡un libro triste! tanto, que desde aquel momento nuestro pequeño ratón se volvió un devorador de libros; periódicos; blogs

En el colegio:

Raton de biblioteca:
Imagen vista en Pinterest: ediciona.com
Empezó el nuevo curso académico, y a nuestro ratón le dieron una gran alegría, ya que aquel año decidieron aplicar una nueva metodología para todos “los ratunos”, ¿queréis saber qué pasó?
-¿Qué pasó?
Pues que se dieron cuenta (era una realidad) de que todos “los ratunos” tenían que llevar todos los días una carga impresionante de libros, ¿sabéis por qué?
-¿Por qué?
Pues porque se tenían que aprender muchas cosas.
Pero vamos a lo que vamos, estábamos contando “la alegría” de nuestro ratón, ¿sí?, bien, y ¿sabéis lo que fue  que le provocó tanta alegría?
-¿El qué?
Pues que ese curso,  en el colegio, habían habilitado la sala del “Rincón Ratuno de la Lectura” , ya no tendría  él, ni sus compañeros, que cargar con todos aquellos pesados libros todos los días en sus mochilas...


Continuará...

[Fragmento escrito por @amorosma]



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El Rincón Ratuno de la Lectura era un espacio en el que los ratones se sentaban en el suelo, en unos cogines comodísimos, y podían disfrutar de la lectura sin que nadie ni nada les interrupiese. Había siempre un hilo musical relajante y un suave olor a queso, algunos días era queso de cabra y otros queso cheddar. Inundaba la sala. Las paredes, más altas que dos pisos, estaban repletas de libros de todos los tipos y colores, y las franqueaban escaleras, escalas y pasarelas, que conectaban las secciones de la gran biblioteca. Los libros de piratas se conectaban con los de marineros, los de magia con los de fantasía, los de ciencia ficción con los de Ciencias y los de Historia con las novelas históricas. Era todo un paraíso para el amante de la lectura.
El techo del Rincón Ratuno de la Lectura era de cristal, así que la luz era natural y por las noches se encendían pequeñas lámparas que alumbraban hacia el suelo y permitían ver las estrellas que lo iluminaban. Era un espacio abierto, en el que apenas sí podías chocarte con algo o con alguien, siempre que no fuese la señor Clodis, la bibliotecaria. La buena señora ratuna, de muy avanzada edad, llevaba tantos años dentro de ese paraíso de los libros que conocía a todos y cada uno de los que allí se encontraban. Recordaba cuando Tom Sawyer entró por primera vez, o cuando Don Quijote de la Mancha quiso atacar al mago Merlín, acusándole de traición.
Nuestro protagonista, el Pequeño Cuento, daba saltos de alegría, hasta que se quedó paralizado, sorprendido, al ver que entraban en el Rincón Ratuno de la Lectura un montón de libros en formato digital. No entendía qué hacían allí, pues ese parecía el paraíso de los libros de papel, así que le preguntó a la señora Clodis.
— Señora Clodis, ¿cómo es que les permiten la entrada a esos libros electrónicos? Encima que nos quitan a nuestros lectores y con lo solo que estoy yo y lo bien que están ellos, ¿no querrán hacerme sombra aquí también?
—Pequeño Cuento, no pienses así. Lo importante de tí no está en tu exterior, sino en tu interior. Las novelas que narran aventuras, las enciclopedias que guardan la historia del mundo, los cuentos que cuentan cosas, lo hacen a través de la palabra, y esta puede estar escrita en un papel o en una pantalla de ordenador. Tu cuerpo, antes o después, desaparecerá, pero no dudes de que tu alma seguirá viva y te leerán una generación tras otra. Perdurarás en el tiempo, serás eterno, porque lo que importa no es el formato, sino lo que llevas dentro, que es precioso.
El Pequeño Cuento pareció entender que no tenía sentido disgustarse y mucho menos culpar a otros cuentos de sus desgracias, así que decidió hacer lo que mejor sabía, contar cuentos. Se colocó en una estantería, entre una cerillera y una joven con caperuza roja, y esperó. Pasados dos minutos, un pequeño ratón que por allí pasaba se fijó en él, lo abrió, lo leyó, y tanto le gustó lo que nuestro protagonista contaba, que lo escribió en su ordenador y lo compartió por internet. Así fue como nuestro Pequeño Cuento se digitalizó y se hizo eterno.

[Fragmento realizado por: Miguel LLamas Sánchez]